Con una gran variedad de paisajes, que van desde los bosques de la Montagne Noire hasta las rocas graníticas de Sidobre, pasando por los viñedos de Gaillac, el Tarn también es rico en descubrimientos artísticos y arquitectónicos. Estas maravillas se pueden descubrir yendo a conocer lugares imperdibles como Albi la Rouge y su famosa catedral-fortaleza o las encantadoras bastidas albigenses.