A las puertas de Albi, las colinas han conservado su carácter rural. Entre bosques y campos, un pequeño edificio testimonia una ruralidad inscrita en el tiempo: muretes de piedra, cruce de caminos, pozos, muelas o cobertizos de abrigo para el mochuelo.
Detalles de la ruta
Descripción
Los signos de la vida cotidiana.
No hay camino, no hay camino sin historia. Cada uno tiene sus mojones, hitos, balizas... A veces es agua: un lavadero de piedra gastada, una fuente esculpida a imagen de una leyenda, un abrevadero más prosaico, un manantial en nombre de un hada o de un lugar. A menudo es la marca del recuerdo: una cruz profana que lleva el recuerdo de un accidente fatal, de un difunto que alguna vez estuvo feliz de estar allí, de un niño abatido en otros caminos "gloriosos". Es también la impronta religiosa: multitud de cruces cátaras y católicas, calvarios y estelas... Cada hito forma parte de la vida cotidiana del caminante. A veces cuelga allí su chaqueta o su bolso, se sienta a devorar un bocadillo o simplemente toma un respiro, se asegura a sí mismo que va por buen camino.
No hay camino, no hay camino sin historia. Cada uno tiene sus mojones, hitos, balizas... A veces es agua: un lavadero de piedra gastada, una fuente esculpida a imagen de una leyenda, un abrevadero más prosaico, un manantial en nombre de un hada o de un lugar. A menudo es la marca del recuerdo: una cruz profana que lleva el recuerdo de un accidente fatal, de un difunto que alguna vez estuvo feliz de estar allí, de un niño abatido en otros caminos "gloriosos". Es también la impronta religiosa: multitud de cruces cátaras y católicas, calvarios y estelas... Cada hito forma parte de la vida cotidiana del caminante. A veces cuelga allí su chaqueta o su bolso, se sienta a devorar un bocadillo o simplemente toma un respiro, se asegura a sí mismo que va por buen camino.